La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

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La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

El primer caso de la enfermedad hemorrágica epizoótica de Europa y España se detectó en noviembre de 2022 y desde entonces se ha expandido de forma muy rápida, convirtiéndose en una amenaza para el sector ganadero, habiéndose detectado en explotaciones de bovino de Andalucía, Extremadura, Castilla-la Mancha, Madrid, Murcia, Castilla y León (Ávila, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora) llegando también al norte peninsular (Cantabria y Principado de Asturias). 

Etiología 

Este virus lo propaga la picadura de unos insectos poco frecuentes en España, los culicoides, que pican a un animal infectado y cuando pica a otro animal, transmite la enfermedad. Es necesario e importante recalcar que los culicoides (Díptera: Ceratocogonidae) no deben ser confundidos con los mosquitos (Díptera: Culicidae), ya que tanto en términos de su biología como de su morfología son completamente diferentes entre sí y de otros grupos de dípteros hematófagos que se encuentran en España. Al contrario que los mosquitos, donde las larvas se desarrollan en masas de agua, los estadios inmaduros de culicoides crían en sustratos húmedos y sombríos, tales como agujeros de árboles, hojarasca, márgenes de zonas anegadas con vegetación, pilas de estiércol, compost, suelos orgánicos de establos húmedos y residuos de maíz. 

El cambio climático ha propiciado la difusión de este tipo de insectos propiciando la extensión de la enfermedad por territorios situados más al norte. Esta enfermedad no es una zoonosis en ningún caso, es decir, no se transmite al hombre ni por picadura de mosquitos, ni por contacto directo, ni por el consumo de productos de origen animal. En todo caso, la enfermedad hemorrágica epizoótica es una enfermedad de declaración obligatoria según la lista de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), lo que afecta a los movimientos de animales y al comercio. 

Sintomatología 

Entre los síntomas de la EHE encontramos: instinto de huida disminuido, fiebre, secreción nasal y ocular, anorexia, disfagia severa y estomatitis ulcerosa, enrojecimiento y descamación del hocico, úlceras mamarias (producen dolor y las madres no dejan mamar a los terneros), inflamación de párpados, conjuntiva y lengua, dificultad respiratoria, cojera, diarrea sanguinolenta, vasculitis diseminada con trombosis que provoca hemorragias y deshidratación severa. Además, también afecta a la eficiencia reproductiva del ganado, provocando abortos, terneros que nacen muertos, momificación, síndrome del ternero débil (acaban falleciendo) y terneros con deformidades en extremidades posteriores. 

Diagnóstico 

El diagnóstico se debe realizar en primer lugar ante la aparición de los síntomas clínicos como, fiebre, cojera, erosiones orales o dificultad para deglutir, particularmente al final del verano y el otoño. El diagnóstico diferencial se debe hacer respecto a la rinotraqueítis infecciosa bovina, la estomatitis vesicular, la fiebre catarral maligna y la fiebre efímera bovina. el diagnóstico definitivo de la EHE requiere el uso de pruebas de laboratorio específica como, aislamiento en cultivo celular del virus, PCR o mediante serología empleando pruebas de ELISA. 

Tratamiento y control de la enfermedad 

No existe tratamiento para la EHE, recomendándose en todo caso el tratamiento sintomático de la patología, no existiendo vacunas autorizadas en la UE frente a esta enfermedad.  El control de la enfermedad consiste en la lucha contra el vector transmisor de la enfermedad, mediante el empleo de insecticidas y repelentes autorizados en animales, medios de transporte e instalaciones y en las posibles zonas de cría de los culicoides. En AsturBiotech ponemos a disposición de los profesionales del sector ganadero bovino las pruebas para la detección rápida y eficaz de anticuerpos contra la EHE en sueros provenientes de animales o explotaciones afectadas.  

 

Referencias  

 

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Infertilidad en vacas: El Freemartinismo

Un poco de historia 

La condición de una hembra freemartin se conoce desde la antigüedad, en este sentido, ya los antiguos romanos llamaron al freemartin un "taura", es decir, un “toro hembra”. 

El primer uso observado del término "freemartin" en el léxico data de 1681. El nombre freemartin proviene de los términos “Farrow”, que se refiere en escocés a una vaca estéril que no produce leche y “Mart”, el nombre aplicado al ganado sacrificado cerca de la fiesta de San Martín para preparar su carne para alimentarse en el invierno. En esas fechas, se seleccionaban preferentemente los animales no reproductores, incluidos obviamente aquellos estériles. 

Patología 

El síndrome de Freemartin representa la forma más frecuente de intersexualidad en el ganado bovino. Esta patología surge cuando se forman conexiones vasculares entre las placentas de fetos gemelos heterosexuales en desarrollo, y el resultado es la masculinización del aparato reproductor femenino en diversos grados y la esterilidad de la ternera. Se debe tener en cuenta que en la pareja de gemelos también se ve afectado el macho, ya que hay informes de disminución de la fertilidad y menor concentración y motilidad espermática en los toros nacidos de partos gemelares heterosexuales. 

Los ganaderos en su mayoría descartan las hembras de partos gemelares heterosexuales debido a la falta de un diagnóstico práctico. El sacrificio de tales animales resulta en pérdidas económicas y de material genético tanto para el ganadero de leche como para el de carne. 

Diagnóstico 

El freemartinismo puede sospecharse de una ternera si se conoce que ha nacido junto con un ternero, pero sólo el 80-95% de las hembras nacidas gemelas junto con un ternero son freemartin. 

Mediante la exploración clínica veterinaria, se suele detectar la aparición de una vagina corta y ciega. Además, la presencia de vello vulvar largo y áspero, similar al que se observa alrededor del prepucio de los machos es otro hallazgo clínico que se ha sugerido como indicativo de una ternera freemartin. 

En hembras adultos puede detectarse la falta de comportamiento estral o no estar preñada después de varias inseminaciones o cubriciones. Externamente se ha observado la evidencia de características sexuales masculinas secundarias en algunos freemartin de más edad presentando estas hembras cuellos engrosados y el pelo rizado característico de los machos. 

El diagnóstico de laboratorio del freemartinismo se ha realizado tradicionalmente mediante el cariotipo linfocitos cultivados usando una técnica estándar que resulta muy laboriosa y no siempre completamente fiable. 

El reto sigue siendo desarrollar una prueba rápida, sensible, específica y barata de freemartinismo que pueda utilizarse desde una edad temprana. 

En los últimos años se han logrado avances significativos en la comprensión y el diagnóstico del síndrome de freemartin. A medida que aumentan las tasas de gemelos en las vacas Holstein la prevalencia de freemartin irá en aumento por lo que ser hace necesario el disponer de una técnica sencilla y barata. El diagnóstico del freemartinismo se ha perfeccionado mediante el uso de técnicas de biología molecular y ahora es una opción muy fiable para establecer el género en animales. 

En concreto, el desarrollo de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para la amplificación del ADN de secuencias marcadas por sondas de oligonucleótidos para segmentos específicos del cromosoma Y, ha revolucionado el enfoque de la determinación de género.  

El ensayo de PCR para determinar el sexo de animales completos generalmente se realiza después de la extracción de ADN de sangre completa fresca; aunque muchos tipos de tejido son adecuados para PCR si se siguen los procedimientos de extracción de ADN apropiados. 

La PCR es, sin duda, el ensayo mucho más sensible y detecta los freemartin a un nivel en que no se consigue con el cariotipo. 

En AsturBiotech ponemos a disposición de los profesionales del sector ganadero bovino las pruebas para la detección rápida y eficaz de las terneras freemartin empleando la técnica de biología molecular de la PCR. 

 

Referencias 
 Padula AM. The freemartin syndrome: an update. Anim Reprod Sci. 2005 Jun;87(1-2):93-109. doi: 10.1016/j.anireprosci.2004.09.008. 
Lovasik BP. The Freemartin Cattle and Clinical Transplantation: From the Ancients to Modern Day. Transplantation. 2020 Aug;104(8):1537-1541.  
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La neosporosis, transmisión, sintomatología y prevención

Neospora caninum es un parásito protozoario con preferencia por el ganado vacuno y los perros. Desde la descripción de N. caninum como nuevo género y especie en 1988, la neosporosis bovina se ha convertido en una enfermedad de interés internacional, ya que es una de las principales causas de aborto en el ganado vacuno provocando unas pérdidas económicas a nivel mundial de unos 800 millones de euros anuales.

Ciclo de vida

Neospora caninum tiene una amplia gama de hospedadores, pero es principalmente una enfermedad del ganado vacuno y de los perros. Existen dos tipos de transmisión de la enfermedad. La transmisión horizontal (postnatal), se debe a la ingestión de agua o alimentos contaminados con ooquistes esporulados y la transmisión vertical (transplacentaria) que se debe a la transmisión del parásito de la madre al feto durante la gestación. En este caso, y según el origen de la infección en la madre, se diferencian dos modos de transmisión vertical:

Exógena: se presenta en vacas que adquieren la infección por primera vez por el consumo de ooquistes esporulados durante la gestación.

Endógena: tiene lugar en hembras crónicamente infectadas. Este modo de transmisión parece ser el responsable de mantener la infección endémicamente en los rebaños afectados, puesto que las hembras crónicamente infectadas transmiten el parásito a su descendencia en gestaciones sucesivas de forma muy eficiente.

Las vacas de cualquier edad que sufren una infección por N. caninum pueden abortar desde los 3 meses de gestación hasta el término, aunque la mayoría de los abortos se producen después de 5-7 meses de gestación. El riesgo de aborto puede llegar al 44% en vacas gestantes seropositivas a Neospora y es 19 veces mayor en vacas Neospora-seropositivas que en las seronegativas. Este mayor riesgo de aborto entre las vacas seropositivas indica una relación causal entre la infección natural por N. caninum y el aborto en los casos que se ha confirmado la presencia de N. caninum en fetos abortados.

Diagnóstico

Para diagnosticar la infección por N. caninum, la detección de anticuerpos en el suero o la leche ha demostrado ser la mejor opción tanto a nivel de explotación como a nivel individual. Ambos procedimientos son excelentes herramientas para controlar y aplicar medidas básicas de control del rebaño. La detección serológica de N. caninum (a excepción de los terneros menores de seis meses para evitar la detección de anticuerpos en el calostro) es un método eficaz y rápido para detectar la infección por N. caninum y estimar el riesgo de aborto en una explotación.

Tratamiento

No existe tratamiento efectivo y al no existir vacunas que protejan al feto de la infección se recomiendan las siguientes medidas de control de la neosporosis en las explotaciones:

- Una política estricta que evite el contacto entre perros y ganado. Debe evitarse que los perros contaminen los pastos o los piensos.

- Garantizar el bienestar de las vacas, especialmente durante el segundo trimestre de gestación.

- Eliminar las vacas seropositivas que sufran dos o más abortos para reducir la tasa de abortos en los rebaños.

- Comprobar que la involución uterina es normal poco después del aborto. Las vacas infectadas por Neospora pueden ser inseminadas con una alta probabilidad de buena fertilidad durante el primer mes después de un aborto.

Por otro lado, un estudio llevado a cabo en España sobre el control y la prevención de la neosporosis bovina en el ganado lechero ha determinado que el uso de semen o embriones cruzados de razas cárnicas reduce el riesgo de aborto asociado a N. caninum. En este estudio prospectivo el riesgo de aborto en las gestaciones cruzadas fue significativamente menor que en las gestaciones de razas puras. En estudios posteriores estos datos fueron confirmados mostrando que las diferentes gestaciones cruzadas mostraban diferentes riesgos de aborto en vacas lecheras infectadas por Neospora y que el uso de semen de toro de carne reducía drásticamente el riesgo de aborto en vacas lecheras, especialmente si se utilizaba semen de Limousine. Así las tasas de abortos fueron del 32% de en vacas inseminadas con semen Holstein-frisón, 22% en vacas inseminadas con semen Charoláis, 20% en vacas inseminadas con semen Azul Belga, 19% en vacas inseminadas con semen piamontés y el 10% en vacas inseminadas con semen Limousine.

Estos resultados sugieren un efecto beneficioso de las gestaciones cruzadas sobre la función placentaria. Basándonos en los estudios mencionados, se recomienda la inseminación artificial de vacas lecheras seropositivas a N. caninum con semen de toro de carne. Esta medida evitará la cría de reemplazos de ganado infectado, reducirá la prevalencia de la infección y las tasas de abortos y un mayor número de lactancias completas en vacas seropositivas.

En el caso de reproductoras de alto valor genético se recomienda la transferencia de los embriones obtenidos de ellas ya sea mediante ovulación múltiple y transferencia embrionaria (MOET) o mediante fecundación in vitro (FIV) a vacas seronegativas, siendo una medida adecuada de prevención de la transmisión transplacentaria y la conservación de la genética de la explotación.

 

En AsturBiotech ponemos a disposición de los profesionales del sector ganadero bovino las pruebas para la detección rápida y eficaz de anticuerpos contra Neospora caninum en el suero o la leche provenientes de animales o explotaciones afectadas. Así mismo disponemos de una amplia gama de embriones terapéuticos de diversas razas y cruces criogenizados mediante un método que permite la puesta directa para facilitar la labor de los profesionales veterinarios, siendo una opción terapéutica válida para el tratamiento de los problemas de fertilidad del ganado vacuno.

Referencias:
- Almería S, López-Gatius F. Bovine neosporosis: clinical and practical aspects. Res Vet Sci. 2013 Oct;95(2):303-9. doi: 10.1016/j.rvsc.2013.04.008. Epub 2013 May 6. PMID: 23659742.
- L.M. Ortega Mora, A. Aguado Martínez, A. Fernández García, G. Álvarez García. Neosporosis bovina, Nuevos avances en el conocimiento de la transmisión, el diagnóstico y el control. Grupo SALUVET. Dpto. de Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria, UCM
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Uso conjunto de la inseminación artificial y los embriones terapéuticos para el tratamiento de las vacas repetidoras.

Las vacas o novillas que vuelven al celo después de tres o más inseminaciones se definen como vacas repetidoras; sin embargo, el examen rutinario de estos animales a menudo no revela causas clínicas evidentes. La etiología es multifactorial; sin embargo, existen dos posibilidades principales: fallo de la fecundación o la muerte precoz del embrión. Sea cual sea la causa, el fenómeno de las vacas repetidoras está muy extendido en el sector lácteo. La incidencia de las vacas repetidoras es del 14% en Japón, el 9% en el Reino Unido, el 10% en Suecia, el 25% en España y el 22% en Estados Unidos.

Esto es un problema porque aumenta los días abiertos de las vacas, lo que se traduce en una menor de fertilidad, un mayor desperdicio de semen y unas mayores tasas de sacrificio afectando al éxito económico en la gestión de las explotaciones.

El uso de la inseminación artificial en concomitancia con los embriones terapéuticos en vacas repetidoras.

En 2008, Osamu Dochi, profesor el Departamento de Agricultura Sostenible de la Universidad de Rakuno Gakuen en Hokkaido, Japón, realizó un estudio con el objetivo de investigar la eficacia de la transferencia de embriones de FIV congelados para conseguir establecer la gestación en vacas y novillas Holstein repetidoras.

Dochi seleccionó aquellas vacas que presentaban las siguientes 3 características: 1º presentar un comportamiento estral detectable, 2º no concebir tras tres o más inseminaciones y 3º presentar un útero y ovarios sanos, determinados por palpación transrectal.

Las receptoras, todas de la raza Holstein (122 novillas y 410 vacas), incluían aquellas que no habían concebido después de entre 3 y 21 inseminaciones. Los embriones congelados se transfirieron directamente a las receptoras 7 u 8 días después del celo tanto en el grupo sin inseminación artificial previa (IA), como en aquel en que se había realizado la inseminación artificial el día del celo.

Posteriormente se realizaron los diagnósticos de preñez y Dochi observó que las tasas de gestación eran significativamente más altas en el grupo que había recibido los embriones tras la IA que en aquel grupo que había recibido sólo el embrión. Las tasas de gestación en el grupo sin IA fueron del 29,5% en novillas y del 20,4 en vacas, mientras que en el grupo con IA fueron del 49,2% en novillas y del 41,5% en vacas. Además, el porcentaje de partos gemelares observado fue de un 8%.

Finalmente, y a la vista de estos datos, Dochi concluyó que el uso combinado de embriones FIV congelados en vacas Holstein repetidoras previamente inseminadas en el mismo ciclo en el que se transfiere el embrión mejora significativamente sus tasas de gestación. Esto que indica que los embriones FIV pueden utilizarse eficazmente para lograr preñez en novillas y vacas Holstein repetidoras a bajo coste, y con el beneficio añadido de la producción de vacas de carne en vacas lecheras si se emplean ese tipo de embriones.

Este estudio generó numerosas incógnitas acerca de cuáles eran los mecanismos moleculares y fisiológicos implicados en los resultados obtenidos, pero éste será un tema para los próximos aportes del blog de AsturBiotech.

En AsturBiotech ponemos a disposición de los profesionales del sector ganadero bovino una amplia gama de embriones terapéuticos, criogenizados mediante un método que permite la puesta directa para facilitar la labor de los profesionales veterinarios, son una opción terapéutica válida para el tratamiento de los problemas de fertilidad del ganado vacuno.

Referencias
1. Dochi O, Takahashi K, Hirai T, Hayakawa H, Tanisawa M, Yamamoto Y, Koyama H. The use of embryo transfer to produce pregnancies in repeat-breeding dairy cattle. Theriogenology. 2008 Jan 1;69(1):124-8. doi: 10.1016/j.theriogenology.2007.09.001. Epub 2007 Oct 17. PMID: 17942148.
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Estrés bovino por calor

En los últimos años, se ha producido un descenso de la fertilidad de las vacas lecheras lactantes en todo el mundo, especialmente en las de alto mérito genético dedicadas a la producción de leche. Además, se ha detectado que ha habido un aumento en el número de servicios necesarios para conseguir la gestación, lo que significa que la proporción de vacas ''repetidoras'' que no han concebido después de tres o más inseminaciones se ha incrementado notablemente.

Las vacas repetidoras son uno de los principales problemas en las explotaciones lecheras. Se definen como vacas o novillas sin ninguna anomalías anatómicas o patologías infecciosas que no quedan preñadas tras tres o más intentos de inseminaciones artificiales. La incidencia de vacas repetidoras en el ganado vacuno es en España del 25,1%.

La aparición del problema de las vacas repetidoras es uno de los factores que más influyen en el éxito económico en la gestión lechera debido al desperdicio de semen y los gastos de inseminación, periodos más largos entre partos y mayores costes de tratamiento veterinario, sacrificio y reposición de animales.

Esta sobradamente demostrado que el estrés térmico perjudica a la producción (reduciendo el consumo de alimento, la eficiencia bruta en términos de producción de leche o ganancia de peso por unidad de energía alimentaria, la tasa de crecimiento y la producción de leche), y disminuye además la eficiencia reproductiva de las explotaciones. El estrés térmico es un problema que afecta aproximadamente al 60% de las explotaciones mundiales, causando graves pérdidas económicas

En este sentido la tasa de gestación por inseminación artificial disminuye del 40-60% en los meses más fríos del invierno al 10-20% en los meses más cálidos del verano, dependiendo de la gravedad del estrés térmico. Esto está relacionado con el hecho de que los ovocitos y embriones durante las primeras etapas de desarrollo son extremadamente sensibles al estrés por calor.

Los impactos negativos del estrés por calor se registran principalmente en el ganado lechero, ya que la elevada producción de leche y la ingesta de alimento asociada dificultan la regulación de la temperatura corporal durante los meses cálidos y tienen un efecto deletéreo grave sobre la fertilidad de las explotaciones

 

Efecto del estrés por calor en la calidad ovocitaria y la fertilidad

La hipertermia afecta a la función celular de varios tejidos del tracto reproductivo femenino, lo que provoca el compromiso de la dinámica folicular, la incapacidad del folículo dominante para ejercer su dominancia, la codominancia folicular, la prolongación de la duración de la dominancia del folículo preovulatorio, la reducción de la capacidad esteroidogénica de los folículos, el aumento del estrés oxidativo en el oviducto, la reducción de la tasa de fecundación y la disminución de la competencia de los ovocitos para convertirse en blastocistos. Asimismo, las alteraciones inducidas por el calor en los folículos antrales pequeños pueden aparecer posteriormente presentándose en forma de la incapacidad de éstos para completar la maduración ovocitaria.

Además, se observa un efecto de arrastre del estrés por calor con una reducción de la competencia de los ovocitos para desarrollarse en blastocistos durante al menos 105 días después del cese del estrés por calor. La aparición de este efecto de arrastre resulta en un deterioro a largo plazo de la calidad de los ovocitos, siendo el tiempo necesario para su recuperación dependiente de la duración y la severidad del estrés térmico al que las vacas fueron expuestas previamente.

 

Uso de los embriones en épocas de estrés por calor

La transferencia de embriones es una herramienta eficaz para aumentar la fertilidad durante el estrés por calor porque evita el daño al ovocito y las pérdidas embrionarias tempranas causados por la hipertermia.

En análisis retrospectivo utilizando vacas Holstein lactantes repetidoras (≥ cuatro servicios sin quedar preñadas) y no repetidoras que fueron sometidas a TE o IA tras la detección del celo, la preñez por TE fue mayor que por IA, pero las diferencias fueron más pronunciadas en los meses más cálidos que en los meses más fríos del año (Figura 1). Otros investigadores también han informado de tasas de preñez más altas después de la TE en comparación con la IA.

(Figura 1). Tasa de concepción con IA o TE de vacas Holstein a lo largo del año.(A) vacas no repetidoras. (B) vacas repetidoras.

En este contexto, se informó de que durante el estrés por calor (primavera/verano), la tasa global de concepción disminuyó para las vacas Holstein sometidas tanto a IA como a TE. Sin embargo, las tasas de concepción fueron siempre mayores tras la TE en comparación con la IA, especialmente durante el estrés por calor. Además, la pérdida de preñez entre los 30 y 60 días de gestación fue mayor durante el estrés por calor que en la estación más fría y, curiosamente, más para la TE que, para la IA, sin que hubiera interacción entre la estación y la técnica de cría.

Sin embargo, a pesar de la mayor pérdida de preñez, las vacas que recibieron embriones tuvieron mayores tasas de preñez después de 60 días que las inseminadas (Figura 2).

(Figura 2). Tasa de concepción y pérdida embrionaria con IA o ET durante épocas de otoño/invierno y primavera/verano

Basándose en todo esto, diversos autores recomiendan el uso de embriones terapéuticos junto con la inseminación artificial en épocas de estrés por calor cuando el ITH supera los 72% para obtener una tasa de concepción superior.

En AsturBiotech disponemos de embriones terapéuticos de bajo coste y de diferentes razas y cruces para el tratamiento de las vacas repetidoras, una opción terapéutica para el tratamiento de esta problemática reproductiva.


Referencias
1. O. Dochi, K. Takahashi, T. Hirai, H. Hayakawa, M. Tanisawa, Y. Yamamoto, H. Koyama, The use of embryo transfer to produce pregnancies in repeat-breeding dairy cattle, Theriogenology, Volume 69, Issue 1, 2008,Pages 124-128.
2. Canu S, Boland M, Lloyd GM, Newman M, Christie MF, May PJ, Christley RM, Smith RF, Dobson H. Predisposition to repeat breeding in UK cattle and success of artificial insemination alone or in combination with embryo transfer. Vet Rec. 2010 Jul 10;167(2):44-51.
3. Pietro S. Baruselli, Roberta M. Ferreira, Laís M. Vieira, Alexandre H. Souza, Gabriel A. Bó, Carlos A. Rodrigues, Use of embryo transfer to alleviate infertility caused by heat stress, Theriogenology, Volume 155, 2020.
4. Nowicki A. Embryo Transfer as an Option to Improve Fertility in Repeat Breeder Dairy Cows. J Vet Res. 2021 Apr 23;65(2):231-237.
5. Enrique Gómez, Susana Carrocera, David Martín, Juan José Pérez-Jánez, Javier Prendes, José Manuel Prendes, Alejandro Vázquez, Antonio Murillo, Isabel Gimeno, Marta Muñoz, Efficient one-step direct Transfer to recipients of thawed bovine embryos cultured in vitro and frozen in chemically defined medium, Theriogenology, Volume 146, 2020, Pages 39-4.
6. Block J, Bonilla L, Hansen PJ. Efficacy of in vitro embryo transfer in lactating dairy cows using fresh or vitrified embryos produced in a novel embryo culture medium. J Dairy Sci. 2010 Nov;93(11):5234-42.
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Tricomoniasis

El nombre de diarrea vírica bovina induce a error, ya que la enfermedad no afecta específicamente al tubo digestivo, sino que su signo distintivo es la inmunodepresión. La enfermedad clínica asociada a la infección por el virus de la BVD es más común en el ganado joven (6-24 meses de edad). La presentación clínica puede variar desde una infección inaparente o subclínica hasta una enfermedad entérica aguda y grave. 

Los estudios epidemiológicos realizados en todo el mundo indican que el BVD es endémico en la población bovina de la mayoría de los países productores. En algunos países, la BVD se considera la infección vírica más importante del ganado bovino. 

Síntomas 

La enfermedad inducida por el virus de la diarrea vírica bovina varía en gravedad, duración y órganos afectados. La infección sin signos clínicos seguida de seroconversión es la forma más común de infección. La evolución clínica aguda puede variar desde una enfermedad leve de baja mortalidad hasta una enfermedad entérica grave con una mortalidad considerable. Los signos típicos de la BVD clínica aguda son fiebre, depresión, disminución de la producción de leche, inapetencia transitoria, respiración rápida, secreción nasal excesiva, lagrimeo excesivo y diarrea. 

Animales persistentemente infectados (PI) 

Las vacas infectadas de forma persistente (PI) por el BVD sirven de reservorio natural del virus. En vacas preñadas, el BVD puede atravesar la barrera placentaria e infectar al feto. En este sentido, la infección persistente se desarrolla cuando el virus se transmite por vía transplacentaria durante los primeros 4 meses del desarrollo fetal. El ternero nace infectado por el virus y permanece infectado de por vida (PI).  

Los PI pueden eliminar grandes cantidades de BVD en sus secreciones y excreciones y transmitir fácilmente el virus al resto de la explotación. La enfermedad clínica y el fallo reproductivo se observan a menudo después de que el ganado sano entre en contacto con un animal PI. El virus también puede propagarse por picaduras de insectos, semen, productos biológicos y otros animales, incluidos cerdos, ovejas, cabras, y posiblemente rumiantes salvajes. 

Las consecuencias de la infección fetal suelen observarse varias semanas o meses después de la infección de la madre y dependen de la fase de desarrollo del feto, pero incluyen reabsorción embrionaria, aborto, retraso del crecimiento, malformaciones congénitas, momificación fetal, parto prematuro, muerte fetal y nacimiento de terneros débiles 

Los terneros infectados persistentemente pueden parecer sanos y de tamaño normal, o pueden mostrar un crecimiento atrofiado y ser propensos a enfermedades respiratorias o entéricas. Suelen tener una vida corta y es frecuente que mueran antes de los 2 años de edad. Las vacas persistentemente infectadas siempre dan a luz terneros persistentemente infectados los cuales rara vez presentan anticuerpos contra el BVD en bovinos persistentemente infectados. 

Diagnóstico 

El apoyo del laboratorio de diagnóstico es muy necesario, sobre todo cuando los signos clínicos y las lesiones macroscópicas son mínimos. Las pruebas de laboratorio para el BVD incluyen pruebas de ELISA para detectar sus anticuerpos y/o antígenos en muestras de suero o leche. 

Para evitar el problema de que los anticuerpos maternos impidan la detección del virus en la sangre de terneros jóvenes se debe obtener una muesca en la oreja cuando los terneros recién nacidos van a ser analizados para determinar su posible estado de PI. Las muescas de oreja obtenidas se envían a un laboratorio de diagnóstico para analizar la presencia del virus de la diarrea viral bovina en la muestra de tejido mediante pruebas inmunológicas.  

 

Tratamiento y prevención 

El tratamiento de la diarrea vírica bovina sigue limitándose principalmente a una terapia de apoyo. El control se basa en prácticas de gestión sólidas que incluyen el uso de medidas de bioseguridad, la eliminación del ganado persistentemente infectado y la vacunación. El ganado de reposición debe ser sometido a pruebas de infección persistente antes de entrar en el rebaño. Debe considerarse la realización de pruebas de cuarentena en el laboratorio de a los animales de reposición o la separación física de estos animales del rebaño residente durante 2-4 semanas. Además, la vacunación del ganado de reposición debe realizarse antes de mezclarlo con el rebaño. Los donantes y receptores de embriones también deben someterse a pruebas de infección persistente. 

Dado que el BVD se elimina en el semen, los toros reproductores deben someterse a pruebas de infección persistente antes de su utilización. La inseminación artificial debe realizarse sólo con semen obtenido de toros libres de infección persistente. 

En los laboratorios de diagnóstico veterinario de AsturBiotech disponemos de las instalaciones necesarias para realizar una determinación precisa de la BVD para que el profesional veterinario o el ganadero disponga rápidamente de la información diagnóstica necesaria para tomar las medidas terapéuticas y/o de prevención indicadas para el tratamiento de esta patología bovina.

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Tricomoniasis

La tricomoniasis bovina es una enfermedad de transmisión sexual del ganado bovino que cursa con fallo reproductivo temprano y es frecuente en los sistemas de explotación extensivos donde se utiliza la monta natural.

Transmisión y sintomatología

El agente etiológico de la tricomoniasis bovina es Tritrichomonas foetus, un protozoo parásito que se localiza en el aparato genital en la cavidad prepucial. La mayoría de los estudios de esta enfermedad coinciden en señalarla como endémica en aquellas zonas donde el ganado bovino se explota en régimen extensivo y la monta natural se utiliza de forma habitual. Los principales factores de riesgo para la tricomoniasis son la monta natural, el manejo extensivo, las temporadas de cubrición continuas, vecinos con animales positivos y la mezcla de animales.


Tricomonas presentes en lavado prepucial de toro infectado. Imagen Asturbiotech

La transmisión se produce por vía venérea.Los toros adultos son los portadores principales del microorganismo. En cuanto a los síntomas y lesiones, el signo más característico de la enfermedad en la hembra es el aborto, con expulsión de un feto momificado o con lesiones al término de la gestación, a pesar de que la muerte del feto se produce entre el primer y segundo tercio (8-16 semanas). Además, se puede producir una inflamación intersticial del útero con secreciones vaginales, en las que el parásito persiste entre 90-190 días tras la cópula. Esta inflamación puede complicarse, dando lugar a una piometra.

Diagnóstico y prevención

En cuanto al diagnóstico, debido a que en los machos adultos la infección es más persistente, para detectar la presencia de Tricomonas en el rebaño se suele realizar una toma de muestra del esmegma prepucial, ya sea mediante lavado o raspado realizándose a continuación un cultivo. También se puede diagnosticar mediante la realización de una PCR.

A nivel de prevención es recomendable el raspado de todos los toros antes de soltarlos a las vacas y comenzar la temporada de cubrición. Si lo hacemos con suficiente antelación, tendremos más tiempo para que en caso de tener que eliminar los toros, buscar otros nuevos, ya que si éstos son diagnosticados como portadores deben ser descartados como reproductores. Además, a la hora de comprar animales de reemplazo puede reducirse muy significativamente el riesgo de contagio realizando un raspado prepucial de los nuevos toros para asegurarse de que son negativos para la tricomoniasis.

En los laboratorios de diagnóstico veterinario de AsturBiotech disponemos de las instalaciones necesarias para realizar una determinación precisa de la coccidiosis para que el profesional veterinario o el ganadero disponga rápidamente de la información diagnóstica necesaria para tomar las medidas terapéuticas indicadas para el tratamiento de esta patología bovina.

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Los embriones terapéuticos en el tratamiento de la baja fertilidad en lactación tardía

La infertilidad de las vacas de aptitud lechera durante la lactación es un problema crítico dado que el periodo entre partos determina la rentabilidad de las explotaciones.
Conseguir que las vacas lecheras queden preñadas durante la lactancia temprana es muy importante para el rendimiento de la gestión reproductiva de las explotaciones ganaderas, dado que a una baja tasa de preñez durante la lactancia temprana le sigue inevitablemente un mayor número de vacas no preñadas después de 150 días en leche, las cuales presentan aún más dificultades para lograr su gestación.

Causas de la disminución de la fertilidad en vacas en lactación tardía

Aunque los mecanismos implicados en la menor fertilidad de las vacas durante la lactancia tardía no están completamente dilucidados, los trastornos metabólicos relacionados con el metabolismo energético se han asociado a una menor competencia ovocitaria, lo que puede comprometer la fertilidad de la vaca. El problema parece estar relacionado con la gran cantidad de materia seca que las vacas en lactación deben consumir para poder producir grandes cantidades de leche.

Las vacas lecheras en lactación temprana suelen entrar en un estado de balance energético negativo cuando, a las necesidades energéticas para su normal mantenimiento se les unen las necesarias para la producción intensiva de leche, excediendo entonces el gasto metabólico a la ingesta de energía alimentaria.

vaca frisona

 

Sin embargo, si las vacas en lactación tardía se someten a intervalos prolongados de una elevada ingesta de alimento, combinada con una producción reducida de leche, su índice de condición corporal aumentará, lo que podría conducir al desarrollo de hiperinsulinemia pudiendo producirse fenómenos de resistencia a insulina.

En este sentido, se ha demostrado que unos altos niveles de alimentación mejoran la fertilidad en animales con baja condición corporal, pero la reducen en aquellos animales que ya presentan una buena condición corporal previa, habiéndose establecido que existe una asociación entre la resistencia a la insulina y la reducción de la calidad de los ovocitos, sobre todo vacas de lactación tardía alimentadas con una dieta excesivamente energética lo que provoca la clara reducción del rendimiento reproductivo de estos animales.

Mejora de la fertilidad en lactación tardía: Los embriones terapéuticos

Dado que se ha demostrado que, en las vacas en lactación tardía, la disminución de la fertilidad se relaciona con un efecto deletéreo sobre la calidad ovocitaria, por lo tanto, la transferencia de embriones puede considerarse una estrategia válida para lograr la preñez en vacas de lactación tardía que no quedan preñadas mediante inseminación artificial.

En este sentido, diversos estudios científicos han demostrado que las vacas en lactación tardía tienen menor tasa de gestación por inseminación artificial que las vacas de lactación temprana, sin embargo, el uso de la transferencia de embriones aumenta la fertilidad de estos animales, haciéndola comparable a la obtenida en vacas sometidas a inseminación artificial durante la lactación temprana.

En AsturBiotech ponemos a disposición de los profesionales del sector ganadero bovino una amplia gama de embriones terapéuticos, criogenizados mediante un método que permite la puesta directa para facilitar la labor de los profesionales veterinarios, son una opción terapéutica válida para el tratamiento de los problemas de fertilidad del ganado vacuno.

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La coccidiosis es una enfermedad parasitaria causada por protozoos intracelulares del género Eimeria. La presencia de coccidios en las heces de los bovinos tiene un impacto muy grande en terneros de menos de un año provocando una menor ganancia de peso y por lo tanto menos rendimiento productivo y reproductivo lo que supone graves pérdidas económicas en las granjas.

Se estima que el impacto económico de la coccidiosis es elevado, causando pérdidas de hasta 683 millones de euros a nivel mundial. 

La coccidiosis

Ooquistes sin esporular de Eimeria spp. en muestras de heces bovinas”, foto AsturBiotech.

Diagnóstico y tratamiento

La coccidiosis genera un cuadro clínico que se caracteriza por diarrea sanguinolenta, anemia, deshidratación, anorexia y en casos severos puede provocar la muerte del animal.

El diagnóstico debe basarse en la observación de los signos clínicos y en la determinación en el laboratorio de la presencia de ooquistes en las heces. Los altos recuentos de ooquistes en heces se presentan en general solo durante 2 a 3 días, por lo tanto si se retrasa la toma y el análisis en el laboratorio de las muestras se puede realizar un diagnóstico equivocado.

En los laboratorios de diagnóstico veterinario de AsturBiotech disponemos de las instalaciones necesarias para realizar una determinación precisa de la coccidiosis para que el profesional veterinario o el ganadero disponga rápidamente de la información diagnóstica necesaria para tomar las medidas terapéuticas indicadas para el tratamiento de esta patología bovina.

El tratamiento es, básicamente, de soporte, ya que pocos fármacos han demostrado ser claramente eficaces para tratar la coccidiosis en rumiantes. Por tanto, en animales enfermos se deberá evitar la deshidratación, las infecciones secundarias, la desnutrición y la exposición a temperaturas extremas.

Control

La coccidiosis siempre se debe considerar como una enfermedad del rebaño y no como un problema en animales individuales. Una vez que las especies de Eimeria están presentes en una explotación, se propagan ampliamente en unos pocos ciclos de vida del parásito.

Los animales adultos desarrollan una inmunidad parcial a la infección, por lo que excretan solo una pequeña cantidad de ooquistes. Los animales más jóvenes no presentan esa inmunidad hasta su primera infección, lo que lleva a una considerable multiplicación del parásito y a que estos animales jóvenes excreten un gran número de ooquistes. En este sentido los animales adultos juegan un papel menor en la epidemiología de la enfermedad, siendo el principal problema en las granjas comerciales la transmisión dentro de la población de animales jóvenes. La enfermedad puede ser introducida en una explotación por botas, herramientas, llantas o alimento contaminado con ooquistes.

Las medidas de control deben basarse en la eliminación de ooquistes infectivos en el ambiente y en la disminución de los factores estresantes que dan lugar a un peor funcionamiento del sistema inmune de los rumiantes y, en consecuencia, a que éstos se vuelvan más susceptibles a la coccidiosis.

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